Ley contra la ciencia mexicana

Desde los años setenta se ha construido en México una institucionalidad y comunidad científica sólidas (desde luego perfectibles), de manera concurrente y participativa, tendientes a la excelencia académica y basadas en la evaluación entre pares. Hoy, todo ello está en riesgo, por la iniciativa del presidente López al respecto de una nueva y destructiva iniciativa de “Ley General de Humanidades, Ciencias y Tecnologías” que fue ingresada a la Cámara de Diputados apenas el pasado diciembre. Se trata del mismo ánimo vandálico con el que pretende destruir al Instituto Nacional Electoral. Aunque se dice Ley General, omite especificar la concurrencia entre gobierno federal, estados, municipios, comunidad científica, universidades, y sociedad civil. Desmantela la participación de la comunidad e instituciones científicas, universidades y sector privado en la junta de gobierno de la nueva entidad paraestatal (Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías, nombre que es contrario a la Constitución) y en la formulación de agendas, planes, programas y políticas. Es una ley excluyente, centralista y autoritaria; incluso estalinista.

Capitalismo Financiero para Salvar al Planeta

Inversiones masivas en soluciones climáticas son claves para salvar al planeta de los efectos catastróficos del calentamiento global. La Global Financial Markets Association estima que se requieren entre 3 y 5 billones (10¹²) de USD anuales de inversión hacia el 2050 para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París en materia de cambio climático; el IPCC (ONU) calcula 2.4 billones de USD anuales. (Para dimensionar tales cifras, digamos que el PIB de México para 2023 será de aproximadamente 1.4 billones de USD). La inversión actual en soluciones climáticas asciende a aproximadamente 600 mil millones de dólares anuales, lo que significa multiplicar por 5 o por 8 el volumen actual de inversión. Los recursos existen y están disponibles. El mercado de bonos y títulos de renta fija acumula activos por 128 billones de USD, con emisiones anuales de más de 20 billones de USD. Por su lado, los mercados accionarios globales ascienden a 86 billones de USD, aunque las emisiones anuales de acciones son de apenas un billón de USD. Adicionalmente, los mercados de capital privado y de capital de riesgo suman otros 500 mil millones de USD, lo cual podría llegar fácilmente a un billón de USD.

Retomar el NAIM en Texcoco. Costos Astronómicos de su Cancelación

El AIFA en Santa Lucía es un fracaso evidente, y una manzana envenenada para el Ejército. Hoy más que nunca es imperativo retomar la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en Texcoco. Los vuelos comerciales en el AIFA son a cuenta gotas y sólo producto de la extorsión y presiones políticas. El AIFA no alivia la saturación del aeropuerto actual (AICM); es un fardo financiero para el gobierno federal; no representa un nodo (hub) de aviación y no compite con los existentes en América (Atlanta, Dallas, Panamá, Miami, San Pablo); no contribuye a la competitividad de la economía; es lejano, aislado e inaccesible y no permite conexiones de vuelos nacionales e internacionales. Ofende a la inteligencia compararlo con los grandes aeropuertos recién construidos en Estambul, Panamá, Pekín y otras metrópolis. Es sólo una terminal provinciana, periférica y marginal que no representa a una Nación que quisiera estar entre las 10 primeras economías del mundo. Sólo el capricho resentido, iluminado, ignorante, populista y militarista, fue capaz de cancelar el NAIM en Texcoco. Los costos han sido gigantescos.

Metro, Crimen Presupuestal y Militarización

El Metro es un bien público vital para la Ciudad de México. Es la columna vertebral de movilidad y transporte, de satisfacción de la demanda de viajes-persona-día, y factor esencial de productividad y calidad de vida para la mayoría de sus habitantes. El Metro, sistema de bajas emisiones contaminantes por pasajero-kilómetro, llegó a transportar en 2019 – antes de la pandemia – cerca de 1,700 millones de pasajeros. Bienes públicos como el propio Metro, el Sistema de Aguas, y la seguridad, debieran asumirse como prioridades absolutas de gobierno. No es así. Las tragedias ocurridas en el Metro de la CDMX no son accidentes fortuitos. Son consecuencia de problemas de planeación, proyecto, diseño, construcción y mantenimiento (como en la desastrosa Línea 12), y a faltas graves de mantenimiento (Línea 3). Además, claro, de los incendios recientes en subestaciones eléctricas y en el Puesto Central de Control. El contexto es la incompetencia, el despido del personal técnico capacitado y con experiencia, y un ahogo presupuestal ante recortes irresponsables e incapacitantes, degradación y abandono, deterioro de trenes, y déficit de frecuencias.

Inversión y Riesgos ante el Cambio Climático

Ciertamente, los principios de inversión no cambian aún ante el nuevo panorama de riesgos e incertidumbre que plantea el calentamiento global. El análisis fundamental de las decisiones de inversión debe seguir enfocado a los resultados financieros, calidad de la administración de fondos y empresas, valor de la marca y del producto, competidores, tamaño del mercado, y oportunidades de crecimiento. Sin embargo, es indispensable cada día más, introducir en ese andamiaje analítico nuevas variables y estrategias relacionadas con el cambio climático, a pesar de la llamada “Tragedia del Horizonte”. En ella, los riesgos climáticos se perciben erróneamente como a muy largo plazo, fuera del horizonte de decisión de los inversionistas y reguladores. Esto inhibe la inversión requerida. Sin embargo, como contrapeso, cada día, modelos climáticos más sofisticados hacen posible identificar escenarios y tendencias con mayor resolución que arrojan luz muy valiosa de riesgos no sólo para los inversionistas, sino también para empresas y gobiernos.

Tratado de Paz con la Naturaleza

El planeta necesita un verdadero Tratado de Paz entre la humanidad y la naturaleza, en palabras de António Guterres, Secretario General de la ONU, pronunciadas este 19 de diciembre con motivo del nuevo Marco Mundial de la Diversidad Biológica firmado por 196 países, resultado de la Conferencia de las Partes (COP 15) de la Convención sobre la Diversidad Biológica. Nunca en la historia el tema había adquirido un sitio tan alto en la agenda global; y eso debería darnos esperanza, al menos en el papel. Las cosas son verdaderamente alarmantes. La deforestación llevada a cabo por la agricultura y la ganadería, y la pesca industrial, han devastado a escala planetaria ecosistemas vitales, y con ello, han puesto en peligro de extinción a millones de especies animales y vegetales, en la tierra y en el mar. Esto sólo es comparable con la última de las extinciones masivas, hace 65 millones de años, que liquidó a los grandes dinosaurios. El nuevo Marco Mundial de la Diversidad Biológica incluye 23 objetivos.

¿Puede detenerse el calentamiento global?

La inercia en las temperaturas de la tierra puede contenerse, y sería posible estabilizar el clima en sólo algunas décadas si la humanidad dejara de emitir a la atmósfera Gases de Efecto Invernadero (GEI). Abatiendo las emisiones a cero – digamos, en 2060 – el calentamiento global se detendría, aún y cuando la temperatura del planeta haya aumentado entonces 2°C. ¿Podría mantenerse ahí, para luego reducirse? El IPCC (Panel Intergubernamental de Cambio Climático, cuerpo científico asesor de la ONU) sugiere que, desde luego, la respuesta requiere tomar en cuenta los intercambios de carbono entre los elementos del sistema climático: atmósfera, océanos, vegetación. Pero, el propio IPCC añade que, si se reducen rápidamente las emisiones de GEI, la reacción del sistema climático puede ser igualmente expedita y discernible en un periodo de diez o veinte años, en el cual podría frenarse el calentamiento.

Inversión Privada para Salvar al Mundo

Goldman Sachs estima que más de la mitad de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) pueden eliminarse con una inversión de un billón de dólares (1012) cada año en las tecnologías existentes: energía renovable incluyendo eólicas en tierra y en el mar, vehículos eléctricos, almacenamiento de energía, hidrógeno verde, captura de carbono, y energía nuclear. Todas estas tecnologías están interrelacionadas. La energía limpia de bajo costo es intermitente y requiere de almacenamiento a corto plazo en centrales de baterías y redes inteligentes. Esta puede alimentar a los vehículos eléctricos que su vez pueden fungir como estabilizadores de la red eléctrica. Con energía limpia se puede producir hidrógeno verde para almacenamiento a largo plazo de energía y como combustible limpio.

Vivienda y Política Urbana, otro Desastre

Hacer vivienda es hacer ciudad. Y hacer ciudades competitivas, prósperas, con baja huella ecológica, eficientes y con alta calidad de vida debe ser una de las prioridades en México, país, cada vez más urbano. (Casi el 80% de la población vive en ciudades). Esto exige una doctrina de vivienda enlazada a las políticas urbanas, que garantice el derecho a la ciudad: o sea, a la educación, cultura, esparcimiento, convivencia e integración social, en zonas céntricas de las urbes, o apenas adyacentes, con los servicios públicos esenciales. Sólo viviendas construidas en el contexto de ciudades densas, verticales y con una buena dotación de espacios públicos y áreas verdes y de transporte público serán capaces, así, de asegurar el derecho a la ciudad.

Fraude Energético y Climático de México

El gobierno mexicano viola la ley y comete fraude contra las Naciones Unidas en materia climática y energética, muy en especial en el sector eléctrico. La generación de electricidad con combustibles fósiles es, en el mundo, la principal fuente de emisiones de Gases de Efecto Invernadero causantes del calentamiento global. En México representa aproximadamente el 20% de las emisiones totales nacionales. Por ello, la producción y uso de energías limpias es la base de las políticas contra el cambio climático y de los compromisos de la mayor parte de los países frente al Acuerdo de París y la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC). En el caso de nuestro país, la meta establecida en las Leyes de Transición Energética y de Cambio Climático, así como en nuestra contribución al Acuerdo de París (NDC) es generar el 35% de la electricidad con fuentes limpias para el 2024.