Bosques y Mercado de Carbono, Complicaciones

Como todos sabemos, es preciso llegar al año 2050 con cero emisiones netas de CO2 para evitar que el clima de la Tierra sufra consecuencias catastróficas. Debemos hacer énfasis en la palabra netas, porque es poco probable que ciertas actividades económicas esenciales sean capaces de lograr ese objetivo, tanto por razones tecnológicas como de costo. Tal es el caso de la industria cementera, la siderurgia, petroquímica, y la aviación, que deben compensar sus emisiones de CO2 remanentes. Por su lado, otras industrias enfrentan un proceso complejo y gradual de reducción de emisiones y de neutralidad de carbono, como política corporativa de largo plazo por razones de supervivencia, competitividad, regulaciones, y minimización de riesgos y responsabilidades. Las reducciones de emisiones y la neutralidad de carbono se acreditan a través de metodologías de contabilidad, que registran emisiones directas e indirectas, al igual que compensaciones por absorción o captura de CO2.

Liquidar o Privatizar Refinerías de Pemex

Para el presidente López, el petróleo es una obsesión. Por ello, en vez de lanzar a México a la revolución energética e industrial del siglo XXI, lo ha tratado de empujar a un pasado irrecuperable de predominio de los combustibles fósiles. Sin embargo, no sólo ha fracasado rotundamente en la extracción de crudo, que se ha desplomado durante su gobierno de poco más de 1.8 millones de barriles diarios, a menos de 1.6 millones de barriles diarios, sino también en refinación. El presidente López pretende la autosuficiencia en gasolinas, según él, con la finalidad de aislar el precio doméstico de los precios internacionales, para ofrecer en México combustibles automotrices artificialmente baratos. (No conoce el concepto de “Costo de Oportunidad”). Pretende así subsidiar a los vehículos de combustión interna y a sus propietarios, los grupos más ricos de la población. Intenta incrementar la refinación de petróleo en refinerías de PEMEX que no están configuradas para el crudo pesado mexicano, mientras construye una absurda nueva refinería en Dos Bocas, Tabasco. El resultado son pérdidas de más de 37 USD por barril refinado en nuestro país, y la generación de más de 30% de combustóleo por barril refinado, combustible residual, altamente contaminante, el cual se quema a altísimos costos en las termoeléctricas de CFE, habiendo el gobierno bloqueado la generación de electricidad en plantas privadas de energías limpias y baratas.

Compra Eléctrica a Iberdrola, Estafa a la Nación

La Ley General de Cambio Climático, la Ley de Transición Energética, y los compromisos de México en materia de Cambio Climático ante el Acuerdo de París, obligan a nuestro país a generar al menos el 35% de su electricidad con energías limpias para el 2024. El gobierno del presidente López, ostensiblemente, ha pisoteado tales imperativos. Promueve la generación de electricidad con combustibles fósiles, en esencia comabustóleo, en centrales eléctricas obsoletas, contaminantes y caras de CFE. Intenta así darle salida al combustóleo que de manera creciente producen las refinerías de PEMEX, cada vez más ineficientes, sin reconfiguración, y cargadas con petróleo pesado Maya con alto contenido de azufre. Sufren aún más las finanzas de PEMEX y del erario, y la salud de la población expuesta a los contaminantes que emite la quema de combustóleo en termoeléctricas: óxidos de azufre (Sox) y Partículas Inhalables menores a 2.5 micras (PM2.5).

Destrucción de instituciones ambientales

El presidente López intenta desaparecer 18 instituciones de la Administración Pública Federal. No lo logró hacer en el periodo de sesiones del Congreso recién terminado, lo hará en el siguiente, sus iniciativas están listas para septiembre. Su compulsión demoledora es cada vez más intensa conforme se acerca el final de su mandato. Una vez saqueados los fondos de estabilización, el Fondo Mexicano del Petróleo y cerca de 80 fideicomisos, y abultado el endeudamiento, recurre a la destrucción de instituciones con la finalidad de succionar más recursos, que destinará a subsidios clientelares descomunales y a proyectos discrecionales y absurdos como el Tren Maya y la refinería de Dos Bocas. En el conjunto de instituciones victimadas destacan organismos claves en la agenda ambiental y de sustentabilidad de nuestro país, sector que ha sido particularmente vulnerado y debilitado, al punto de incapacitarse. Recordemos los recortes presupuestales y despidos masivos de personal en la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, Profepa, Conabio, y la propia Semarnat.