Presupuesto 2024, radiografía de la “4T”

El presupuesto para 2024 que Morena ha aprobado en la Cámara de Diputados el día de ayer representa una cínica confesión. Refleja sin ambages la visión, prioridades, fobias, rencores, venganzas y obsesiones de un gobierno populista por acumular más poder y mantenerlo a toda costa, más allá de cualquier pudor histórico. Es de destacarse su magnitud sin precedente (9.2 billones de pesos o 25% del PIB), al igual que el déficit que conlleva (5% del PIB o casi 2 billones de pesos), el cual será financiado con un endeudamiento que no tiene parangón en décadas. El saldo de la deuda acumulado desde 2018 se habrá más que duplicado en 2024. El costo de su servicio (costo financiero) superará 1.2 billones de pesos. El 60% del gasto programable es gasto corriente, que irá en buena medida a subsidios clientelares (1 billón de pesos) con la finalidad expresa de comprar votos y voluntades para la próxima elección. Sobresalen también proyectos megalómanos improductivos que concentran la inversión pública, como el Tren Maya y la refinería de Dos Bocas (casi 300 mil millones de pesos – 300 MMDP) que han llegado a un sobrecosto de casi 300%, y que nunca serán rentables. Otro rasgo sobresaliente es la militarización. El presupuesto asignado a los militares (Sedena) se habrá disparado en 2024 a 750 MMDP, que representa más de 220 % con respecto a 2018.