Guerra a los Plásticos, Responsabilidad de las Empresas

El planeta se ahoga en plásticos. Trágicamente, los océanos, cauces de ríos y cuerpos de agua continentales sufren la mayor carga. En México, el problema, además, se expresa en los derechos de vía de las carreteras, que se han transformado en viles basureros lineales de plásticos: envases, empaques, embalajes, bolsas, y cubiertas de invernaderos, lo cual atestigua una gravísima ausencia de civismo y cultura del cuidado de lo público, además de la ineptitud e incuria gubernamentales. Son un reflejo fiel del estado de la Nación, pero también de un problema global. PET, polietileno de alta densidad, polietileno de baja densidad, poliestireno, polipropileno, cloruro de polivinilo (PVC), y materiales compuestos metalizados o que combinan cartón con plástico sofocan a la biósfera, intoxican ecosistemas y especies, y envilecen paisajes y espacios públicos. Todos ellos, para fines prácticos, son no degradables. Esto llegará hasta la asfixia total, a menos que se tomen medidas radicales tanto a escala internacional o multilateral, como nacional, estatal y municipal. El consumo actual de plásticos en el mundo asciende a más de 460 millones de toneladas anuales, de las cuales, cerca de 350 millones de toneladas se convierten en residuos plásticos, de ellos, alrededor de 22 millones de toneladas anuales se arrojan al medio ambiente. Los océanos del planeta reciben basura plástica en volúmenes que superan los 11 millones de toneladas anuales, a través de los ríos de Asia, América Latina, y África, volumen que se añade a las más de 150 millones de toneladas de plásticos y microplásticos, ya acumulados.