Pemex: azufre e impunidad

El petróleo mexicano tiene un alto contenido de azufre, que oscila entre 1 y 4% en peso, dependiendo de si se trata de crudos ligeros o pesados. Se procesan en las seis refinerías que operan en México un total de 800 mil barriles diarios en promedio. Una parte del azufre queda en los residuos de la refinación, principalmente combustóleo. El combustóleo tiene 4% de azufre, y se quema como combustible en las propias refinerías y en las centrales termoeléctricas de CFE. (También se exporta mezclado con petróleo ligero). Otra parte del azufre termina en productos de refinación como gasolina, diésel, gas LP y turbosina. Estos son objeto de hidrotratamiento para reducir las concentraciones de azufre con el objeto de cumplir con las normas ambientales de calidad de combustibles. Así, el azufre se transforma en Ácido Sulfhídrico (H2S) de alta toxicidad, con un olor característico a “huevo podrido”.