TREN MAYA: Delincuencia, Barbarie e Impunidad

Hacía más de medio siglo que en México no se observaban desmontes y destrucción forestal masiva deliberada de ecosistemas tropicales, perpetrados por el gobierno, como ocurre en estos momentos con el Tren Maya. Aunque hoy parezca increíble, entre la década de los cuarentas y setentas del siglo pasado existió una Comisión Nacional de Desmontes, y se emprendieron terribles proyectos de deforestación para ampliar la frontera agropecuaria y abrir tierras al reparto agrario. Esto ocurrió, por ejemplo, en la Chontalpa y Balancán-Tenosique (Tabasco), en el Valle de San Fernando (Tamaulipas), en Pujal Coy (SLP), en Uxpanapa (Veracruz), Candelaria (Campeche), y con la carretera trasfronteriza del sur en la Selva Lacandona. Millones de hectáreas fueron arrasadas a fuerza de bulldozer, cadenas, motosierras, y fuego. El costo ecológico fue brutal y los beneficios económicos, magros o nulos.