Sector Eléctrico Bajo Control del Estado

Una de las mentiras más frecuentes de los personeros del régimen, socorridas ad nauseam en el Parlamento Abierto, sobre la propuesta de contrarreforma eléctrica del presidente López, es que el Estado perdió el control del sector con las reformas de 2013. Esto es totalmente falso. La verdad es que el Estado nunca ha perdido el control, y esto tiene un obvio sentido teórico y práctico. El sector eléctrico incluye componentes que son monopolios naturales (como las redes de transmisión y distribución) y tiene importantes externalidades asociadas a contaminación atmosférica, emisiones de gases de efecto invernadero, y también al bienestar de la población y al desarrollo general del país. Es un servicio público fundamental. Por ello es indispensable el control y regulación del Estado.

Agricultura, el Lado Obscuro

En México y en el mundo, las actividades agrícolas y ganaderas son el sector económico con el mayor alcance en la transfiguración del planeta, de paisajes y ecosistemas, y con los mayores impactos ambientales, además de ser uno de los más relevantes en las emisiones totales de gases de efecto invernadero. Con poca frecuencia se reconoce esta preocupante realidad, dada la enorme dificultad de diseñar y aplicar políticas eficaces, en las prolijas complejidades sociales y culturales del mundo rural. Lo cierto es que la agricultura y la ganadería son el más importante vector de deforestación y de destrucción de la biodiversidad, de extinción de especies, de agotamiento de recursos hídricos y de suelos, y de contaminación de los mares por aguas de retorno agrícola.

Mitos y Mentiras sobre las Energías Limpias

El gobierno del presidente López ha tratado de desacreditar a las energías limpias, educiendo problemas de costo, y de confiabilidad y estabilidad de la red eléctrica, con el objetivo de imponer una absurda y retrógrada contra-reforma energética. Se trata de mitos y falsedades, ya que es totalmente posible y eficiente sostener y operar un sistema eléctrico basado en energías limpias, más aún, cuando la transición energética es cada día más viable y atractiva por el desplome en sus precios.